Salón de palabras

Bienvenido/a. Has abierto una puerta a un mundo mágico. La Voz de los Días tiene la facilidad de convertir la cotidianidad en sueños posibles, de hacernos ser lo que siempre hemos querido ser; volar con la libertad de un pájaro, dejar que la imaginación nos lleve a aquellos lugares que nuestro cuerpo no se atreve, o a veces no puede... En definitiva, ser nosotros. Leerme - me permito lector/a ser osada-, será para ti la prueba de que la Palabra consigue, y en este rincón especial al que has llegado, que poco a poco te quedes atrapad/a y no quieras seguir dando vueltas en busca de lo que ya has encontrado... En este libro cualquier sensación se parecerá más a un sueño que a una posibilidad. Ponte cómodo/a... Y si quieres conseguirlo, tus deseos son órdenes.


lunes, 5 de diciembre de 2016

CONTRA EL MALTRATO: EDUCACIÓN EN IGUALDAD (y un nuevo destino)


NUEVO DESTINO 
Es la continuación del relato leído el año pasado HAY SALIDA, que, escrito para colaborar con el día contra la violencia de género, forma parte del libro solidario “No me silencies, escúchame”. Presentada la antología de relato breve y poesía el pasado 25 de noviembre en la Universidad Carlos III de Madrid, cuando hice una breve reseña del mismo, fue con la convicción de que hay que luchar, sin tregua, para que el maltrato deje de ser una lacra que arrebata la vida y el monstruo no siga alimentándose de muerte.

La mujer de ese relato tiene fuerza y decisión, antes de que sea tarde, para tomar una salida que la aleje del maltrato. Sabe que tiene que desplegar las alas, volar, pero para remontar el vuelo debe soltar lastre. En el andén, con las maletas y dos niños que ríen, ve llegar el tren a la estación abarrotada  de destinos. Acostumbrada a la vida monótona de moratones en la piel que maquillaba de verano y ocultaba de lana en los inviernos, tiene ante sí un mundo nuevo. Cuando tuvo que dejar su hogar, antes de que la orden de alejamiento finalizara, se llevó con ella la Esperanza que tanto tiempo tuvo guardada detrás de la puerta, pero también se llevó consigo una promesa: Dedicaría su vida a educar a sus hijos en  IGUALDAD.
Ella, una mujer que contiene todos los nombres, porque puede llamarse como cualquier víctima.
………………………

Yo, vuelvo a poner Voz a los Días. La oportunidad le da de nuevo la mano a la Palabra. La Literatura abre un abanico de oportunidades para llegar a todos los rincones; a los miedos, para dejarlos ir,  a tocar conciencias, a hacernos reflexionar sobre lo que deberíamos hacer y lo que conviene evitar. La educación, desde el principio, comienza con la Palabra que es voz, es enseñanza y debe ser respeto,  y es la primera regla que todos debemos aplicar para aprender a vivir como IGUALES sin darle oportunidad a las diferencias que conllevan al Odio que domina a la Libertad, haciéndola rehén para acabar llenando sepulturas.

A partir de creer que se puede encontrar una salida,  desde la oportunidad de ser libre para pensar, para actuar, para decidir, vengo pertrechada de algo más que de un relato literario. Vengo a decir, con la libertad bien entendida,  que quiero tocar conciencias. Y me lo permito, aunque no soy autoridad en nada, ni tengo más escaño que este atril donde tanto he narrado vidas en prosa y cotidianidad. Pero donde la fuerza que  me autoriza es, repito, la Palabra, aunque a veces duela, y desde ella, aportar mi granito de arena para llegar al corazón de las personas. Porque las Palabras, dependiendo del trato que se les dé, pueden ser de lo más convincentes. Igual liman asperezas que urden tretas para, una vez organizadas, ganar batallas o perder una guerra…
Y yo, como todos los que aquí estamos, quiero ganar la batalla al maltrato. Traigo un papel y un lapicero para luchar. Letras que unidas se escriben de IGUALDAD. Hay quién boicotea a las palabras. Quién se cree libre y es carcelero de sus ideas y no deja que otras ideas ni palabras, vuelen libres. Eso es vivir en pie de Guerra.

………………………..

Ella, la mujer que cierra la puerta llevándose consigo la esperanza que tanto tiempo tuvo guardada detrás de la puerta, llega, con sus hijos, a la ciudad nueva. No se esconde. Sólo se enfrenta a otra vida distinta, pero a la que dedicará toda su energía en mantenerla viva. No debe olvidarse de las expectativas que han viajado con ella. Ni de las pesadillas que tanto tiempo le quitaron el sueño, porque eso le facilitará sueños nuevos. Ha llegado hasta su nuevo destino con el propósito de ayudar a quienes, menos afortunadas que ella, temen no encontrar la salida.  No será fácil. Ha visto mujeres anuladas que ni siquiera pueden poner la cafetera y a muchas mirar con ojos de miedo las esquinas de todas las calles. Pero también ha visto emocionarse a hombres cuando describen sus días. Cuando cuentan que se les rompió la vida y no saben cómo pegar los trozos, y han recibido, también, una patada en su autoestima. Ha estado en una espiral de odio y silencios impuestos a golpe y ofensa, entre mujeres y hombres que fueron niños a los que se les comenzaron cayendo los ídolos que eran sus padres. Encerrados en su cuarto sin más caricia que la almohada apretada a la cabeza, para no ser desgarrados por los gritos. Queriendo simplemente dormir para que, al despertar, la tristeza sólo hubiera sido un mal sueño.
Difícil tarea la que se ha impuesto. Porque, ¿cómo poder determinar quién, cuando y por qué comenzó todo esto que nos hace analizar y repudiar una estadística macabra?
Pero Ella cree que la Esperanza siempre puede con todo. Mira a sus hijos. Un niño y una niña pequeños aún para entender todas las cosas. Pero cree que es la mejor edad (la de la inocencia), para educarles en RESPETO E IGUALDAD, hacia todo, a todos.
Deben crecer sin estigmas sociales, familiares, políticos ni religiosos… Para que ni un solo miedo se cuele por los entresijos de una puerta cerrada sin esperanza.  Fuera, de su educación, todo aquello que suponga miedo y coacción. La Literatura, ya se sabe, es un vehículo para transportar mensajes. La Palabra la mejor herramienta para labrar futuros. Leer para aprender. Aprender para evitar que otro se arrogue la potestad de imponer silencios.
Se afanará en erradicar el estereotipo arraigado por siglos de que la mujer es débil y el hombre tiene la fuerza. De que las niñas deben hacer la cama y arreglarles el cuarto  a sus hermanos, mientras ellos le dan patadas a un balón. Evitará que su hijo piense que su hermana es la que debe someterse a sus caprichos de chicarrón que perdería su condición de machote, si se planchara sus camisas. De que Barbie siempre sería quién aprendiera a hacerle comiditas a Kent y lavar sus calzoncillos.

Debe hacer que la Palabra sea grabada con cincel y martillo para ser respetada. Porque  la violencia que arrebata vidas, no es hombre o es mujer: Es Muerte.

En los cuartos de sus niños penden palabras: QUE NADA NI NADIE TE HAGA SENTIR DIFERENTE. LUCHA PORQUE ALGO CAMBIE PARA QUE NADA SIGA IGUAL.

Se da cuenta que es una luchadora. Que no se considera Víctima de Género. De que HAY SALIDA y las puertas están abiertas. Y si alguna debe quedar cerrada que nunca sea de una patada.
Mira a los niños. Los escucha hablar sobre qué quieren ser de mayores. Está segura de que conseguirá la mejor Educación para ellos…

Porque como dijo Pitágoras: “ EDUCAR A LOS NIÑOS Y NO TENDRÉIS QUE CASTIGAR A LOS HOMBRES.




III Gala Contra la Violencia de Género. 04 de diciembre. 
http://lavozdelosdias.blogspot.com.es/2016/12/hay-salida-relato-incluido-en-la.html


HAY SALIDA Relato incluido en la antología"No me silencies, escúchame"



El pasado 25 de noviembre estuve en la Universidad Carlos III de Madrid, Campus de Getafe en la presentación del libro solidario "No me silencies, escúchame". "Hay salida", es el relato incluido en su antología. Un relato que duele, pero también se escribe de Esperanza, porque me niego a narrar la muerte de una sola mujer a manos de un maltratador.

HAY SALIDA
(Aunque se pierdan los besos)

¿Dónde están los besos? Aquellos tan dulces no los encuentro. Los busco en la noche, bajo la almohada, sobre los labios, entre los pliegues del cuerpo. He mirado esta mañana en la alacena, por si tras las ollas desconchadas me encontraba alguno. En el salón tampoco están. Ni en el espejo del baño se reflejan. Ni uno solo.  No puedo creerlo; pero los he perdido. ¿En qué momento perdí tus besos? ¿O, acaso eres tú el que los has escondido? Sí, eso es. Ahora lo entiendo, dándome de bruces con la realidad. Has quitado los besos de todos mis rincones.  Aquellos que lamías, mientras me susurrabas, tierno, que yo era el amor de tu vida. Y yo siempre te respondía que tú eras el mejor corazón para la mía.

No sé  si reír, como puede hacerlo la cordura, o llorar de nuevo, por la locura en la que esto se ha convertido. Ahora visto con trozos de piel morada, como una fina muselina entre mis muslos, y una mirada acuosa continuamente deslizándose por los brazos que abrigo en verano, para que nadie vea tus huellas marcadas ¡Huellas, qué ironía! Donde antes estaban ellos: tus besos. Sí, todo se me hace más nítido ahora, que vuelvo de un reposo no deseado  y me invade el frío de nuestra alcoba revuelta, y el llanto  que aún se escurre por las paredes, me presenta la dura realidad.

Pronto volverás. Ninguna orden de alejamiento se aleja lo suficiente nunca y, cuando regreses, puedo yo romperme entera, para siempre.

Por eso te lo dejo escrito. Siempre decías que se me daba muy bien escribir cuentos para los niños, y que podía hacer emocionarse a muchos, con mis palabras. Me voy con ellos, porque, ahora,  donde mejor están, es con su madre y tú, tú no eres quién para quitarles ese privilegio. Yo nunca los utilizaría contra ti, porque los hijos nunca deben ser usados como arma arrojadiza para el maltrato. Y porque ya ni siquiera tienes poder. El poder te lo daban los besos. Pero vete tú a saber en qué lugar del camino se te perdieron. O quizá los bebiste aquella noche que apostaste en la esquina equivocada que podrías hacer de mí lo que quisieras, con solo un beso. Tan seguro estabas de mi amor por ti,  que para atestiguarlo me cruzaste la cara con furia y tus botas dejaron barro en mi autoestima. Pero no estaré aquí cuando regreses. Y no busques ahogar de nuevo tu fracaso en alcohol;  me lo he embadurnado todo en las heridas.
Me llevo tan solo a los niños, que es todo lo que tengo. Bueno, no  voy a  mentirte, me llevo también una esperanza que tenía mucho tiempo, guardada, detrás de la puerta. Tú nunca la viste; y eso que la tenías tan cerca. Te  chocabas con ella cada vez que trastabillabas tus pies frente a mi miedo, y  reías cuando yo acallaba el ruido de un sollozo para que nadie supiera que nos estabas robando,  a mí, y a nuestros hijos, tantos besos; y demasiados días sin aquél que antes eras.  Tú, quédate el camaleón, la caña de pescar y tus manías.  ¡Ah!  También me llevo a los gatos; ellos son demasiado sutiles, para dejarlos con tu rudeza…

Tampoco tú busques mis besos por ninguna parte. He envuelto con ellos a los niños, cuando me han preguntado por ti  -son tan inocentes aún-, y les he dicho que papá se ha ido a la calle a encontrar besos, para perderlos. Pero que nosotros subiremos a un tren que no tiene parada hasta el nuevo destino. Se han abrazado a mí y  su alegría me ha sonado a libertad.
Aprende a hacerte la vida como puedas.


sábado, 19 de noviembre de 2016

SIN TIEMPO PARA PERDERLO







Ha transcurrido la semana como si le faltaran días. Rápida y sin tiempo para todo lo necesario. Vivir deprisa nos acelera. A mí me deja exhausta. Menos cuando escribo, porque en ese momento alargo la vida, los motivos. La imaginación no tiene límites (aunque a veces se queda en blanco), y permite salir del encierro a las ideas, entonces hago un relato, o simplemente analizo la vida y la d-escribo. Y el estrés se ralentiza.

Hoy, ha amanecido amable el día. Me alegro de no tener tiempo para perderlo. Comienzo leyendo, temprano, mientras el desayuno se apura en la taza y se disuelve la mañana. Luego apunto a las amigas que me han encargado un libro solidario de la antología “No me silencies, escúchame”, en la que colaboro. Más tarde habrá comida familiar en la que intentaremos apurar la tarde comprando lo necesario antes de que llegue la noche y nos inunden las ganas de dormir para soñar que tenemos todo el tiempo del mundo para vivir… Pero antes habrá cine, porque el Séptimo Arte es otra forma maravillosa de tener más sueños... Y llegará el domingo. Pero ese es otro día...

domingo, 9 de octubre de 2016

GENERACIÓN SUBWAY VI


Con esta sonrisa que la vida ha puesto en mi genética, apareceré en la Editorial Playa de Ákaba como integrante de la Generación Subway, volumen VI. Poco a poco, la Voz de los Días se abre paso para hacer más camino y menos tedioso el caminar.  Y cada vez lo tengo más claro: "no escribo para vivir de los libros, sino para que la Palabra viva en la Literatura, a través de mi". Si no escribiera, las palabras me romperían por dentro, me saldrían erupciones, se me caerían las letras al suelo (y podrían romperse). Así que, agradezco a los responsables de esa Playa en la que, para escribir sólo tienes que tener talento (según dice el cartel que da acceso a su mar), que me hayan permitido entrar y cuya arena me ha facilitado que pueda escribir en ella todo aquello que yo sea capaz de crear.

Gracias por la oportunidad. 

(Volveré cuando la Playa se haya cubierto de nuevas  historias)


http://playadeakaba.com/?q=generacion-subway

miércoles, 21 de septiembre de 2016

SE LLAMA OLVIDO (de apellido ALZHEIMER)


Tiene grabado aún en los ojos que miran al infinito, el color de las miradas que han visto pasar la vida por ellos; y recogen sus ajadas cuencas las sonrisas de sus hijos, los llantos de sus nietos, el atardecer de sus mañanas. 
Se ha acercado a la ventana. Tras los empeñados cristales que su vaho deja, se mecen las ramas de los árboles. Las flores aún esparcen sus colores, pero ella permanece impasible, mientras contempla las ilusorias figuras que la oscuridad de su memoria le va dibujando con trazos indelebles, en las paredes de la casa que no recuerda. De la que quiere escapar porque le resulta extraña. 
Por un momento, sus asustados ojos han parecido reconocer a quien, con mano cálida, le acaricia el enmarañado cabello que no se deja peinar. Pero el hombre que ya no recibe las caricias de vuelta, comprende que es un extraño para Olvido. 
Cogidos de la mano, se dirigen hacia ningún lugar. Solo se paran ante la quietud de los recuerdos. Tantos años juntos y, en poco tiempo, han desaparecido para ella todas las caricias, los amores, las alegrías y las tristezas. El afán de seguir juntos hasta que la muerte les separe. 
Es esa maldita enfermedad la que abre más brechas en el camino. La que roba más caricias. La que deja la vida varada antes que la muerte.
Es ella la que deja la vida en el olvido. 
Pero por esa fuerza que la vida nos ofrece, siempre queda una esperanza. 
La esperanza de que quizá mañana no sea una quimera volver a recordar.

martes, 20 de septiembre de 2016

EN VOIX VIVES 2016

Estar con "La Voz de los Días" en el calor humano (y derretidos a 40 grados a la sombra) en un Toledo chispeante de palabras y poemas. Sentir la emoción al recibir un beso de personas que nunca antes te vieron y decirte "me has hecho ir allí", O, como aquella chica que me dijo "perdona que no me quite las gafas, pero tengo los ojos llenos de nostalgia (qué hermosa poesía). He llorado con "Se llama Olvido"... Eso no tiene precio. O todo el  valor, según se considere,  si el mejor pago que se espera es llegar  a la gente desde la Palabra. 

La noche que todo acabó, tuvo magia. El entorno de música a ritmo de Justicia Poética, fue el colofón de tres días donde la ciudad entera vivió sumergida entre el Tajo y la Poesía. 

Cuanto ha llovido desde que en el Castillo de San Servando yo quise aprender a modelar cerámica a mano (tenía 17 años y prisa por comerme el mundo) y he acabado allí en una noche donde hay que digerir lento tanto verso.







sábado, 13 de agosto de 2016

En la Cuerva Literaria de Barrax


Por segundo año he estado en Barrax. Un pueblo de Albacete donde el Quijote sigue trotando frente a los molinos. Donde se comienza recitando a la sombra de ese Molino de Viento que permanece inalterable al paso del tiempo y se termina bajo las estrellas y junto a una luna a la que imagino guiñándonos un cráter.

PASADO PRESENTE y FLORES PARA UNA GUERRA fueron los relatos de prosa poética que escogí para narrar acompañada a la guitarra por el grupo "Entre Son y Compás" que hicieron más hermosa a la Palabra con "Recuerdos de la Alhambra". Un lujo estar ahí y poner voz a otro día del calendario.

El primer relato lo escogí del libro "La Voz de los Días" y de un sueño posterior, ese canto a la Esperanza para que los mandatarios de turno, no sigan fabricando muerte y podamos cambiar balas por flores.

A veces mi voz falla. Pero siempre espero que la palabra acierte.


martes, 5 de julio de 2016

VUELO RASO



Segundo micro (dos de dos) seleccionado para la antología "Diversidad Literaria". El lema era "La Primavera".  Eso de la "sangre altera", siempre lo entendemos como esa forma de sentir que nuestra sangre es savia nueva, que la estación del año nos alegra, excita, motiva... Pero también nos libera. Yo así quise liberar a la mujer del micro-relato. En cinco líneas (las máximas permitidas para contar una historia), quise que la mujer rompiera sus cadenas. No importa el tiempo transcurrido, hay hombres que no se regeneran ni con todas las condenas... Pero yo siempre intento encontrar una salida para toda mujer engullida por la rutina, rota por el desamor, maltratada de cualquier forma ... Al menos eso es lo que me permite la magia de la Literatura.

Aunque cueste remontar el vuelo, se puede lograr si no hay miedo a comenzar de nuevo... Poco a poco,  con un vuelo raso...

Ni siquiera has llamado antes de entrar. Recorres de una mirada la vida perdida que se quedó entre las paredes de esta casa cuando, de un portazo, rompiste la primavera recién nacida. Ahora, en el otoño  en el que te envuelves, tu compañía no será mi soledad. Ya no. Puedes quedarte. Toda la espera, vacía, para ti. Yo siempre tuve la maleta preparada.






martes, 21 de junio de 2016

En el 25 Maratón de Cuentos de Guadalajara


Llegar a Guadalajara y vivir sus calles.


Narrar cuando las calles aún no están puestas.



Con mi credencial de cuentista.



La primera vez que narré sin que una página me acompañara. (Hice lo que pude) En 46 horas ininterrumpidas de cuentos, aunque el sueño te atrape, la ilusión está despierta. Ha sido un placer estar ahí. 


Algunas imágenes del 25 Maratón de Cuentos de Guadalajara. Llegar al Palacio del Infantado el sábado y entrar en la magia de la ciudad. Los sueños sueltos, las calles repletas. Yo, en el Zaguán, temprano, allí donde narró la madrugada, pero no por ello menos mágico. Quizá otro año pise el escenario grande, quizá prefiera el pequeño, porque para la Palabra y los Sueños no importa el espacio. Narré "La Fuerza de las Palabras" y las llamé cuento-historia de realidad y fantasía. Porque es así como lo creé aquél verano, como lo viví, como lo soñé; como lo cuento. Eran esas las palabras y no otras, las que quise llevarme. No son nuevas, pero tampoco son las mismas… (La excesiva luz del escenario no enseña mi cara, pero mi voz siempre es la misma), saldrán de mi boca como salieron de mi imaginación… Libres y mías. Por eso las regalo… Y esta vez, las traviesas Palabras se hicieron Guadalajara en sus calles, sus gentes, sus sueños...



Aquí estoy, a esa hora temprana en que me tocó contar lo que quisiera. Mi nombre ya es Guadalajara y cuentos.


Esta fotografía me encanta. Demuestra como los cuentos siguen despiertos en la madrugada (aunque alguna organizadora se rinde) y las cuentistas se tapan con mantas de junio. Fueron tres días de cuento. Si la fuerza me acompaña, volveré...

sábado, 23 de abril de 2016

EL LIBRO Y LA FLOR



Envuelto en primavera el jardín exhala aromas nuevos. En un baile de mariposas, el Libro se abre tierno en las manos  de la  mujer de rostro hermoso; que ha quedado dormida en el silencio de la tarde cálida.
—Ven, le dice en tono acariciador el Libro a la Flor que, frente a él, esparce su aroma. Y ella, de aterciopelada piel, se deja mecer por la brisa fresca de sus hojas. —Voy a contarte la historia de nuestros antepasados. —Le susurra, mientras aspira su aroma. Ella, tímida, posa sus apasionados ojos en el cuerpo tatuado de palabras.
—Erase una vez una Flor y un Libro. La Flor, contenía en su rostro toda la belleza. El Libro, la sabiduría. Juntos se habían propuesto recorrer el camino abierto por el Corazón.  Querían saber de las mismas cosas y aprender el misterio de la Vida; para contribuir juntos al nacimiento de un Mundo Mejor.
El día que se encontraron, la Flor se balanceaba mimosa y perfumada en su tallo cubierto de hojas tiernas; mientras que el Libro había sido olvidado en una piedra cubierta de musgo,  por un niño despistado y juguetón. Pero la Magia, oculta en el Árbol de la Sabiduría, se había confabulado para que ellos se re-conocieran.
—Hola, dijo la dulce voz de la Flor, cuando el Libro, abierto sobre la roca por el suave soplido del viento, le miró silencioso, pero decidido.
— ¡Qué…qué bella eres! —Balbuceó, ante el rubor que le abrasaba al sentir sobre su cuerpo el aroma limpio y fresco de su aliento.
— ¿Qué haces aquí, tan solo? —Le preguntó al Libro con vocecilla matizada de inocencia.
— ¡Bah! Hay veces que no me valoran lo suficiente, pero los niños son así. Prefieren llenarse la cabeza de pájaros que de las letras que emanan las bellas palabras. Aunque yo no me dejo amedrentar por el desánimo. Ya les llegará el tiempo en que me buscarán para conocer todo lo que contengo en mi interior. Ahora, mi amigo se ha olvidado de mí por haberme traído a regañadientes. Ha salido corriendo a la captura de lagartijas, sin darle importancia alguna a todos mis conocimientos.
— ¡Ah, vaya! si que pareces importante.
—Perdona, si te parezco engreído; pero sí, lo soy.
— ¿Y qué es lo que de ti se puede aprender, para ser tan importante?
— ¡Oh! No acabaría de contarte. Necesitaría siglos a tu lado para que pudieras entrar en mis pensamientos. Llevarte a caminar de mi mano por la Naturaleza que en mí se contiene. Dejarte sentir en la piel el amor sublime de los amantes. Que vieras a través de tus ojos, mi vida de viajero. Darte ayuda de consejero en tus peores momentos. O, que pudieras comprobar, como se pueden salvar, también gracias a mí, los cuerpos enfermos de mala salud y aburrimiento… Bueno, para qué seguir. Tú eres demasiado joven. Aún no podrás comprender todo lo que yo puedo ofrecer.
— ¡Sí, sí que eres engreído! —Le espetó la Flor, estampando dos gotas de rocío en el lomo grabado de purpurina. Hay que ver qué sobrado estás de ti mismo. Yo, por ejemplo, no soy tan erudita. Pero no me infravalores; que, aunque tierna y menuda, puedo ser tan importante como tú.
—Explícate.
—¡¡Ahhh!! Lo que una mujer tiene que esforzarse para que se la entienda… Para que te enteres, Libro; soy regalo para la vista. Mis aromas inundan los sentidos de las gentes. Cuando la vida nace, me llevan a poner el primer beso en la feliz mamá y una caricia en la piel reciente. Otras veces, me envuelven en lazos para asistir entre azahar a las uniones que se esperan imperecederas. Creciendo con la edad, también me eligen para adornar los años. A los buenos estudiantes que, a lo mejor tú les has enseñado lo que son, no lo pongo en duda, se les premia con un abrazo mío entre sonrisas. Y, para no extenderme en mis poderes e importancias: hasta a la Muerte, en su último paseo por la Vida, se le merma su fealdad al ir junto a mi belleza.
—Entonces —convino el Libro—, estamos hechos el uno para la otra. Juntos podemos cambiar al Mundo. Aunque eso sí, te prevengo; no va a ser fácil.
—No importa; me gustan los retos. Pero, imagínate: sumada tu persuasión a mi delicadeza, podemos conseguir que la dura y triste realidad se conviertan en un camino de rosas.
—Bueno, bueno, no seas tan presuntuosa. Porque será también necesario un camino hecho de palabras.
—Vale. Dijo la Flor. Yo siembro el jardín para que florezca, y tú lo abonas de conocimientos.
Durante mucho, mucho tiempo, el Libro y la Flor se afanaron en su empeño de engrandecer el mundo que soñaron. Más, como se imaginaron, no fue tarea fácil. Las palabras contenidas en la sabiduría del Libro, nunca fueron suficientes. Tampoco el cálido y acariciador aroma de la Flor, hicieron sucumbir al fétido olor de la incomprensión y al odio arraigado en las envidias.
Los siglos han ido creando libros nuevos y flores diferentes. En ambos se contienen ingredientes para escribirse siempre una nueva Historia; pero aún no ha sido posible el entendimiento entre las gentes que, a veces, sólo a veces, esparcen al viento semillas de buena voluntad.
La tarde había caído sobre los brotes tiernos de la higuera. Los gatos maullaban al amor junto a las esquinas del deseo.

La hermosa mujer, que se había dormido al sopor del calor del verano, despertó abrazada al Libro que, silencioso y cálido, la inundó con aroma a flores frescas.

viernes, 1 de abril de 2016

SIEMBRA DE PRIMAVERA



Hoy, la Voz de los Días ha estado, de nuevo, en la Siembra de los Libros que, como cada trimestre, con el cambio de estación, lleva a Cabo "El Club de los Libros Perdidos de Tobarra".

Hemos estado, también,  con TV de Castilla-La Mancha, en su programa "Ancha es CLM", que ha querido ser testigo con amabilidad y buen hacer de estas dos profesionales  y han grabado una Siembra tan especial como mágica. 

Sabemos que los libros nos permiten ser lo que queramos ser y nos ayudan a paliar cualquier día cuajado de tristezas. Salir de nuevo a las calles, en la recién estrenada primavera, no es mera rutina, pues en Tobarra hay muchos motivos para soñar de la mano de la Literatura.

En cualquier rincón, en aquella esquina, en el supermercado, en el parque o en el autobús... tienes una excusa para viajar sin pagar billete...


lunes, 21 de marzo de 2016

SIEMBRA EN SOLITARIO


Día internacional dela Poesía.

Hoy es el día en que la primavera nos hubiera traído una nueva Siembra de Libros. La lluvia podría haber regado las páginas que esconden semillas y secretos. Pero estamos en Semana Santa y lloran por las esquinas las vírgenes y los duelos. Quizá hoy, en esa Procesión del Recuerdo, alguien se acuerde de que los libros no mueren ni las palabras perecen. Quizá hoy sea un buen día para no olvidar que debemos leernos entre capuces y tambores, y sacar un buen aprendizaje del peso que cargan las conciencias bajo el palo.

Quizá hoy, en estos momentos, alguien encuentre un libro entre los nazarenos, porque yo, en solitario, he salido a sembrar libros, cuando el cielo mortecino lloraba ausencias. 

Porque no sólo de vía crucis vive el hombre y, por aquí, hay muchas piedras donde esconder tesoros.


(Libro comprado el viernes pasado en Valencia. En una librería abarrotada de fallas. El título fue un encuentro (quizá causal) con el día de la Poesía que es hoy. El autor uno de los buenos para disfrutar).

martes, 8 de marzo de 2016

LEVÁNTATE Y LUCHA CONMIGO


Desnudarse de estigmas. Quitarse de la piel las escamas muertas del tedio. Volverse hacia las sombras y enarbolar la luz de la lucha para seguir caminando. Decirle al viento que la vida pasa y con ella nos alejamos cada día en lo que no se consigue. Por eso tenemos prisa en la languidez en que se mueven demasiados días. Por eso la eterna convicción de que no todo se ha conseguido mientras nos empeñamos en lograrlo.

Puedo decirlo más alto, pero no escribirlo más claro. 
(Día 8 de marzo...Y los que nos quedan...)


lunes, 1 de febrero de 2016

LA SONRISA DE OLVIDO

Olvido, la mujer que ha caído en las garras del Alzhéimer, consigue sonreír gracias a María, su nieta, y a su marido que vuelve a cantarle aquella canción que tanto disfrutaran de jóvenes. La Sonrisa de Olvido es un relato contenido en este libro que me está dando muchas sorpresas agradables y las alegrías necesarias para ir buscándole un hermanito. Este año ha sido escenificado, mediante un microteatro, en la VIII Gala a beneficio de AFA Tobarra. Dejo algunas magníficas fotos de Elena Lisón y el video que Jorge grabó esa maravillosa tarde del 23 de enero. Agradezco infinitamente la colaboración de María Valcárcel, Sara López, Antonia Jiménez y Juan García que hicieron posible que la vida narrada de Olvido fuera mucho más que un relato. Al final de las imágenes, el relato tal y como se contiene en el libro "La Voz de los Días"






LA SONRISA DE OLVIDO.

 —¡Eh, tú, para¡
A mi espalda sonó la voz de una niña.  El anciano, cogido de su mano, disculpó a la pequeña.
— ¡Dime¡ ¿Qué quieres, guapa?
—Tú eres la que escribes cuentos sobre mi abuela Olvido, pero haces llorar a mis papás y a mis tetes. Mi yayo dice que eres muy tierna, pero se pone triste cuando va  a ver a los cantantes a la fiesta esa tan chula que hacéis para ayudar a los enfermos. ¿Podrías contar cosas alegres de mi yaya?
Se me hizo un nudo en la garganta. El hombre sacó tembloroso el pañuelo del bolsillo. Los ojos, azules y tristes, dibujaban el asombro de haber sido tocado, aún más, en su corazón sensible.
— ¿Sabes, llevas razón? Olvido es ahora una mujer de sonrisa apagada. Pero no hay nada que la magia de las palabras, y una mirada de amor, no puedan lograr. ¿Le hacemos los tres pasar un rato alegre?
—¡Vale, qué bien¡ Ahora la abuela podrá divertirse con nosotros. Ella siempre me contaba cuentos y que, cuando era pequeña, tenía una muñeca de trapo a la que le hacía trajecitos y trenzas de lana.  Jugaba en la calle con un carrito de cartón. Y hacía comiditas en un bote que brillaba con el sol. Cuando creció, conoció a un chico guapo, muy bueno... ¡Ahora es mi abuelo, que lo sepas¡... Cuando se casaron, fueron de viaje de novios a segar el trigo... Allí, bajo el sol, se besaban mucho.
Los ojos del hombre bueno se humedecían, -pese a que era eso lo que tratábamos de evitar.
La niña  me llevó hasta el kiosco del parque. Una cometa con forma de paloma, revoloteaba atada con cintas multicolores. La compramos. También algodón dulce y unos caramelos de café con leche.
Olvido nos vio llegar, sentada frente al templete de la música. Su marido la abrazó y le puso en la boca un beso de azúcar. En sus manos volaba la paloma de papel. Los caramelos se colaron por los bolsillos de la bata de una mujer a la que le brillaban los ojos. Sonreía. Él me contaba que, siendo  unos críos, se hicieron novios. Correteaban por el Cerro del Reloj, volando una cometa. El primer beso, robado, sabía a caramelos de café con leche.
Durante un largo rato observamos como Olvido nos devolvía sonrisas cada vez que hablábamos de aquellos tiempos en que, juntos, se enamoraban de la vida. Comprobamos que, pese al tiempo y la memoria olvidada, el corazón siempre puede sonreír, al recibir una caricia.
Me despedí de los tres. La pequeña,  alzándose, me dio un sonoro beso en la mejilla. En la mano me puso un arrugado papel que había garabateado mientras miraba todo con interés.
—Muchas gracias por haber hecho reír a mi abu. Yo también le voy a hacer un cuento para que se acuerde de cuando mi mamá era pequeñica y ella le hacía palomitas de maíz, que saltaban de la sartén y volaban, como la de la cometa... Yo también dibujo Palomas Blancas en el cole. Dice mi seño que son para que tengamos Paz...
Pues eso...
Se despide, esta que lo es: Carmelilla.
Me solté de la mano menuda y firme. Fui alejándome con gran esfuerzo para no llorar de alegría al llevar conmigo la ternura que nunca querría olvidar.