NUEVO DESTINO
Es la continuación
del relato leído el año pasado HAY
SALIDA, que, escrito para colaborar con el día contra la violencia de
género, forma parte del libro solidario “No
me silencies, escúchame”. Presentada la antología de relato breve y poesía
el pasado 25 de noviembre en la Universidad Carlos III de Madrid, cuando hice
una breve reseña del mismo, fue con la convicción de que hay que luchar, sin
tregua, para que el maltrato deje de ser una lacra que arrebata la vida y el
monstruo no siga alimentándose de muerte.
La mujer de ese
relato tiene fuerza y decisión, antes de que sea tarde, para tomar una salida
que la aleje del maltrato. Sabe que tiene que desplegar las alas, volar, pero
para remontar el vuelo debe soltar lastre. En el andén, con las maletas y dos
niños que ríen, ve llegar el tren a la estación abarrotada de destinos. Acostumbrada a la vida monótona
de moratones en la piel que maquillaba de verano y ocultaba de lana en los
inviernos, tiene ante sí un mundo nuevo. Cuando tuvo que dejar su hogar, antes de que la orden de alejamiento finalizara,
se llevó con ella la Esperanza que tanto tiempo tuvo guardada detrás de la
puerta, pero también se llevó consigo una promesa: Dedicaría su vida a educar a
sus hijos en IGUALDAD.
Ella, una mujer que
contiene todos los nombres, porque puede llamarse como cualquier víctima.
………………………
Yo, vuelvo a poner
Voz a los Días. La oportunidad le da de nuevo la mano a la Palabra. La
Literatura abre un abanico de oportunidades para llegar a todos los rincones; a
los miedos, para dejarlos ir, a tocar
conciencias, a hacernos reflexionar sobre lo que deberíamos hacer y lo que
conviene evitar. La educación, desde el principio, comienza con la Palabra que
es voz, es enseñanza y debe ser respeto,
y es la primera regla que todos debemos aplicar para aprender a vivir
como IGUALES sin darle oportunidad a
las diferencias que conllevan al Odio que domina a la Libertad, haciéndola
rehén para acabar llenando sepulturas.
A partir de creer que
se puede encontrar una salida, desde la
oportunidad de ser libre para pensar, para actuar, para decidir, vengo
pertrechada de algo más que de un relato literario. Vengo a decir, con la
libertad bien entendida, que quiero
tocar conciencias. Y me lo permito, aunque no soy autoridad en nada, ni tengo
más escaño que este atril donde tanto he narrado vidas en prosa y cotidianidad.
Pero donde la fuerza que me autoriza es,
repito, la Palabra, aunque a veces duela, y desde ella, aportar mi granito de
arena para llegar al corazón de las personas. Porque las Palabras, dependiendo
del trato que se les dé, pueden ser de lo más convincentes. Igual liman
asperezas que urden tretas para, una vez organizadas, ganar batallas o perder
una guerra…
Y yo, como todos los
que aquí estamos, quiero ganar la batalla al maltrato. Traigo un papel y un
lapicero para luchar. Letras que unidas se escriben de IGUALDAD. Hay quién boicotea a las palabras. Quién se cree libre y
es carcelero de sus ideas y no deja que otras ideas ni palabras, vuelen libres.
Eso es vivir en pie de Guerra.
………………………..
Ella, la mujer que
cierra la puerta llevándose consigo la esperanza que tanto tiempo tuvo guardada
detrás de la puerta, llega, con sus hijos, a la ciudad nueva. No se esconde.
Sólo se enfrenta a otra vida distinta, pero a la que dedicará toda su energía
en mantenerla viva. No debe olvidarse de las expectativas que han viajado con
ella. Ni de las pesadillas que tanto tiempo le quitaron el sueño, porque eso le
facilitará sueños nuevos. Ha llegado hasta su nuevo destino con el propósito de
ayudar a quienes, menos afortunadas que ella, temen no encontrar la salida. No será fácil. Ha visto mujeres anuladas que
ni siquiera pueden poner la cafetera y a muchas mirar con ojos de miedo las
esquinas de todas las calles. Pero también ha visto emocionarse a hombres
cuando describen sus días. Cuando cuentan que se les rompió la vida y no saben
cómo pegar los trozos, y han recibido, también, una patada en su autoestima. Ha
estado en una espiral de odio y silencios impuestos a golpe y ofensa, entre
mujeres y hombres que fueron niños a los que se les comenzaron cayendo los
ídolos que eran sus padres. Encerrados en su cuarto sin más caricia que la
almohada apretada a la cabeza, para no ser desgarrados por los gritos.
Queriendo simplemente dormir para que, al despertar, la tristeza sólo hubiera
sido un mal sueño.
Difícil tarea la que
se ha impuesto. Porque, ¿cómo poder determinar quién, cuando y por qué comenzó
todo esto que nos hace analizar y repudiar una estadística macabra?
Pero Ella cree que la
Esperanza siempre puede con todo. Mira a sus hijos. Un niño y una niña pequeños
aún para entender todas las cosas. Pero cree que es la mejor edad (la de la
inocencia), para educarles en RESPETO E
IGUALDAD, hacia todo, a todos.
Deben crecer sin
estigmas sociales, familiares, políticos ni religiosos… Para que ni un solo
miedo se cuele por los entresijos de una puerta cerrada sin esperanza. Fuera, de su educación, todo aquello que
suponga miedo y coacción. La Literatura, ya se sabe, es un vehículo para
transportar mensajes. La Palabra la mejor herramienta para labrar futuros. Leer
para aprender. Aprender para evitar que otro se arrogue la potestad de imponer
silencios.
Se afanará en
erradicar el estereotipo arraigado por siglos de que la mujer es débil y el
hombre tiene la fuerza. De que las niñas deben hacer la cama y arreglarles el
cuarto a sus hermanos, mientras ellos le
dan patadas a un balón. Evitará que su hijo piense que su hermana es la que
debe someterse a sus caprichos de chicarrón que perdería su condición de
machote, si se planchara sus camisas. De que Barbie siempre sería quién
aprendiera a hacerle comiditas a Kent y lavar sus calzoncillos.
Debe hacer que la
Palabra sea grabada con cincel y martillo para ser respetada. Porque
la violencia que arrebata vidas, no es hombre o es mujer: Es Muerte.
En los cuartos de sus
niños penden palabras: QUE NADA NI NADIE
TE HAGA SENTIR DIFERENTE. LUCHA PORQUE ALGO CAMBIE PARA QUE NADA SIGA IGUAL.
Se da cuenta que es
una luchadora. Que no se considera Víctima de Género. De que HAY SALIDA y las puertas están
abiertas. Y si alguna debe quedar cerrada que nunca sea de una patada.
Mira a los niños. Los
escucha hablar sobre qué quieren ser de mayores. Está segura de que conseguirá
la mejor Educación para ellos…
Porque como dijo
Pitágoras: “ EDUCAR A LOS NIÑOS Y NO
TENDRÉIS QUE CASTIGAR A LOS HOMBRES.
III Gala Contra la Violencia de Género. 04 de diciembre.
http://lavozdelosdias.blogspot.com.es/2016/12/hay-salida-relato-incluido-en-la.html