Salón de palabras

Bienvenido/a. Has abierto una puerta a un mundo mágico. La Voz de los Días tiene la facilidad de convertir la cotidianidad en sueños posibles, de hacernos ser lo que siempre hemos querido ser; volar con la libertad de un pájaro, dejar que la imaginación nos lleve a aquellos lugares que nuestro cuerpo no se atreve, o a veces no puede... En definitiva, ser nosotros. Leerme - me permito lector/a ser osada-, será para ti la prueba de que la Palabra consigue, y en este rincón especial al que has llegado, que poco a poco te quedes atrapad/a y no quieras seguir dando vueltas en busca de lo que ya has encontrado... En este libro cualquier sensación se parecerá más a un sueño que a una posibilidad. Ponte cómodo/a... Y si quieres conseguirlo, tus deseos son órdenes.


sábado, 19 de noviembre de 2016

SIN TIEMPO PARA PERDERLO







Ha transcurrido la semana como si le faltaran días. Rápida y sin tiempo para todo lo necesario. Vivir deprisa nos acelera. A mí me deja exhausta. Menos cuando escribo, porque en ese momento alargo la vida, los motivos. La imaginación no tiene límites (aunque a veces se queda en blanco), y permite salir del encierro a las ideas, entonces hago un relato, o simplemente analizo la vida y la d-escribo. Y el estrés se ralentiza.

Hoy, ha amanecido amable el día. Me alegro de no tener tiempo para perderlo. Comienzo leyendo, temprano, mientras el desayuno se apura en la taza y se disuelve la mañana. Luego apunto a las amigas que me han encargado un libro solidario de la antología “No me silencies, escúchame”, en la que colaboro. Más tarde habrá comida familiar en la que intentaremos apurar la tarde comprando lo necesario antes de que llegue la noche y nos inunden las ganas de dormir para soñar que tenemos todo el tiempo del mundo para vivir… Pero antes habrá cine, porque el Séptimo Arte es otra forma maravillosa de tener más sueños... Y llegará el domingo. Pero ese es otro día...