III Velada Literaria en el Santuario de la Encarnación. No tengo palabras (con las que tengo), para agradecer la asistencia de cientos de personas (faltaron sillas), por los poemas hechos de sentimiento y reivindicación. Por las palabras de aliento, de acogida, de verdad y de corazón. Por la tarde maravillosa que se llenó de música y canciones de siempre que aplaudimos y agradecemos. Gracias a quienes siempre están conmigo y a mi lado. Por mis amigos y conocidos que me dijeron si, vamos a Tobarra, a poner nuestro granito de arena para hacer más grande el pueblo, culturalmente, y que vibre, que es para lo que lo hacemos. Gracias a Julia, mi amiga hermana, que apareció en mi camino como se aparecen las amapolas, siempre libres, un día de esperanza; por ese regalo que me hizo convirtiendo en poesía, llena de alma, mi relato, en prosa poética “Un día vio el mar”. Por todos y cada uno de los poemas, las canciones, los relatos, los aplausos, los abrazos, las fecitaciones por la calle, el empuje de los nuevos concejales que, en palabras suyas “estaban encantados y alucinados con la velada” y que contáramos con ellos para todo lo que sea hacer cosas para y por la Cultura. Gracias al Ayuntamiento, por seguir apoyando lo que con ilusión comenzamos a hacer con las bocas tapadas (por la pandemia) y que no nos han tapado la boca ahora, que hemos querido seguir con la Literatura como libertad para soñar.
