Salón de palabras

Bienvenido/a. Has abierto una puerta a un mundo mágico. La Voz de los Días tiene la facilidad de convertir la cotidianidad en sueños posibles, de hacernos ser lo que siempre hemos querido ser; volar con la libertad de un pájaro, dejar que la imaginación nos lleve a aquellos lugares que nuestro cuerpo no se atreve, o a veces no puede... En definitiva, ser nosotros. Leerme - me permito lector/a ser osada-, será para ti la prueba de que la Palabra consigue, y en este rincón especial al que has llegado, que poco a poco te quedes atrapad/a y no quieras seguir dando vueltas en busca de lo que ya has encontrado... En este libro cualquier sensación se parecerá más a un sueño que a una posibilidad. Ponte cómodo/a... Y si quieres conseguirlo, tus deseos son órdenes.


domingo, 16 de abril de 2023

Gala "Cuando solo queda la voz"

 








Crónica del día: 14 de abril. Otra fecha para anotar, como fija, en el calendario. Participar en la gala a beneficio de la Mujer Afgana "Cuando solo queda la voz", ha sido una experiencia preciosa, pero creo que también ha tenido algo de catártica para muchas de las personas que formamos parte de ese evento ayer, en el Teatro Circo de Albacete.

Por una parte, para mí, un placer que dos de mis micros poemas, "Burka", que tiene ya casi 15 años y está incluido en el libro "La Voz de los Días" y el creado para esta ocasión "Entretela" hayan sido traducidos al Persa y que juezas afganas les hayan puesto voz. Por otra parte, que yo misma, junto con otras seis estupendas mujeres, españolas, nos metiéramos en un burka, con la emoción, el calor y algo de nervios, fue, al menos hablo por mí, especialmente conmovedor. Ver reducido a través de una celda de minúsculos agujeros, estar continuamente tapada la cabeza con una tela, puede producir una especie de claustrofobia de la que, por desgracia para las mujeres afganas, aunque parezca una prisión frágil, no les es posible la liberación. Por suerte, para nosotras, solo fueron minutos, pero dentro de él y mientras se iba recitando en persa y español, me sentí, por momentos, encerrada, agobiada, tensa y la emoción me pudo. Y eso, sin duda, es la empatía que se es capaz de sentir ante quién se ve obligada a encerrarse y claudicar, en vida, o lucha por intentar vivir en libertad, aunque se le pierdan tantas cosas en el camino.

Fue especial escuchar recitar a las juezas afganas. Se percibía su sentimiento al ser protagonistas de algo bonito, llevado a cabo para ellas. Luego la traducción al español por las siete mujeres españolas que fuimos afganas un breve momento pero, especialmente emotivo fue, la causa que nos llevó hasta allí, que era ayudar a esas mujeres con gran carga tras de sí, por haber nacido donde la vida no vale nada.

Gran alegato el de la magistrada Gloria Poyatos que, como en el mejor de los monólogos, expuso la situación, nuevamente terrible, de la pérdida de libertad y democracia en Afganistán y como afecta, especial y tristemente a la mujer.

En momentos como este, todas somos iguales en la causa por ayudar, por colaborar, por poner un pequeño granito de arena, cada quién en su forma de hacer, porque lo importante es hacerlo.

Encantadoras también la magistrada de violencia sobre la mujer, de Albacete, Cira García, que recitó mi poema "Entretela" y nos dejó su amabilidad y simpatía grabada en los abrazos, y Flor de Torres Porras, fiscal delegada de violencia a la mujer en Andalucía, que nos dejó la impronta de su sensibilidad “aprendiendo” a recitar, porque dijo no haberlo hecho antes, porque lo suyo son otras letras.

Igualmente encantadoras Llanos Salas, Amanda García, Pilar Morales y Reyes Aznar. Lamentablemente Llanos Monteagudo, por estar enferma, no pudo participar. Fue sustituida en su intervención por la fiscal Flor de Torres. Maravillosa ella con su deje andaluz y su chispeante alegría, en eso de improvisar porque el momento lo demanda.

Magníficas todas las actuaciones que siguieron, por parte de artistas de Albacete, que también emocionaron con su bien cantar, bailar y decir.

Por lo que, la gala “cuando solo queda la voz”, fue mucho más que una buena intención de ayudar a las mujeres que se encuentran en la situación de huidas de su país, apartadas de sus carreras profesionales, de la lucha por la igualdad y la convivencia en armonía, de sus familias... Fue, sin duda, una gran oportunidad de sentirse un poco mejor dentro de nuestra piel, porque podemos tener aquello que a estas mujeres les ha sido robado y negado. Libertad.

M. Carmen Callado,

La Voz de los Días