Bienvenido/a. Has abierto una puerta a un mundo mágico. La Voz de los Días tiene la facilidad de convertir la cotidianidad en sueños posibles, de hacernos ser lo que siempre hemos querido ser; volar con la libertad de un pájaro, dejar que la imaginación nos lleve a aquellos lugares que nuestro cuerpo no se atreve, o a veces no puede... En definitiva, ser nosotros. Leerme - me permito lector/a ser osada-, será para ti la prueba de que la Palabra consigue, y en este rincón especial al que has llegado, que poco a poco te quedes atrapad/a y no quieras seguir dando vueltas en busca de lo que ya has encontrado... En este libro cualquier sensación se parecerá más a un sueño que a una posibilidad. Ponte cómodo/a... Y si quieres conseguirlo, tus deseos son órdenes.
Leyendo, claro... Ayer fue un bonito día literario. Estar con gente que apuesta por hacer cosas hermosas por la Literatura es muy gratificante. Somos las que nunca nos rendimos, las que siempre apostamos porque los libros SÍ pueden cambiar el mundo... porque como dice Mafalda..."¿Oiga, por donde podemos empujar este país para que pueda seguir adelante?... Pues LEYENDO... Es la vía más rápida para darle un giro a la rueda de los desatinos... Todo está en los libros, hasta la oportunidad de hacernos mejores...
Parece que fue ayer, cuando comenzamos esta hermosa andadura. Era 2015 y nos crecían ilusiones nuevas en el pelo. Apostamos por sembrar libros para recolectar conocimiento, posibilidades, emociones y viajes imposibles, pero desde ellos siempre realizables.
Y seguimos. Nuevas personas hemos ido formando esta familia literata. Algunas siguen de antaño, algunas desaparecieron sin decir ni "ahí os quedáis", pero yo también sigo, porque no me rindo fácilmente ni tiro la toalla. Y no desfallezco ante los vacíos, los silencios, ni soy de las que comienza algo y lo deja pasar a los primeros contratiempos Sigo siempre ahí, intentando aportar un granito de arena en lo que es fomentar la lectura, la escritura, los actos literarios, y seguir regalando sueños, porque todos, absolutamente todos, están en los libros.
Después de un año sin siembra, sin sacar los libros a las calles, a los rincones y dejarlos ahí, para que quién los encuentre pueda saborear el maravilloso sabor de la Literatura, retomaremos las siembras. Pero ahora nos preparamos para el Mercadillo con las Asociaciones de Tobarra. Acaba de entrar el verano y nos anuncian la retirada (al aire libre) de las mascarillas. La prudencia sigue siendo necesaria, pero con mascarilla o sin ella, podemos dar rienda suelta a la pasión por los libros y llenar los rincones de palabras. Sí, de palabras... Que ellas igual liman asperezas que urden tretas, para librar batallas o ganar una guerra... Y qué sería de nosotros sin ellas... Sin la Voz que es posible poner a cada día del calendario.
En ese mercadillo con las asociaciones de Tobarra, tendremos presencia. Tanto el Club de los Libros Perdidos, como el Club de Lectura María Zambrano, porque "tanto monta, monta tanto"...
Estaremos ahí, con los capazos llenos. Será el día 31 de julio. Ya estamos preparándonos para retomar lo que nunca debió quedar varado... Pero ya me lo decía mi abuela: No hay mal que cien años dure y la esperanza se aferra siempre de color verde a nuestras orejas.
Volvemos con un libro lleno de capazos... O al revés...
Lo hicimos. Se cumplió el sueño de traer poetas y otros aires de fuera y. tan de dentro, como quisieran mostrarse nuestros...Y los de dentro, tanto, que no podemos quedarnos fuera de todo esto...
El sábado 12 de junio dentro del I Festival de Primavera, se incluyó como broche de oro la I Velada Literaria. Empeño de quién suscribe, en colaboración con el Club de Los Libros Perdidos y el Clun de Lectura "María Zambrano" de Tobarra, en una noche fresca, algo huracanada al final, pero sumamente hermosa en el Santuario de la Encarnación. Joya arquitectónica del siglo XV, declarado Bien de Interés Cultural.
Con el aforo lleno, los poetas y escritores cautivaron al público asistente que también pudieron deleitarse con el Dúo Arpegionne, de flauta travesera y guitarra española
Una apuesta literaria que nace con el propósito de que tenga continuidad, para promover la lectura, la escritura y la creación literaria, intentando motivar también al público más joven. En definitiva, fomentar la Literatura en todos sus géneros. Ni que decir tiene que es doblemente gratificante cuando los poetas, escritores y músicos, forman un tándem maravilloso que pusieron un broche de oro a la noche que, aunque algo aireada y fresca, resultó maravillosa.
Los escritores y poetas aportaron sus libros que fueron sorteados entre el público asistente, al final de la Velada, para que acabaran la noche con un libro bajo el brazo.
Los participantes fueron: Casimiro Bleda acompañado de Conce y Mª Dolores. Juan Lorenzo Collado. Pilar Contreras, José Manuel Cuenca, Julia Flores. Rosa García, Manuel Villena y la sorpresa fueron tres componentes del Club de Lectura que, por primera vez, se subían a un escenario por haber conseguido que tras muchas lecturas ajenas, la narrativa y la poesía fuera de creación propia, como Sandra Coy, Carmen Iniesta y Mª José Díaz, ya que fue ese el empeño de Mª Carmen Callado que descubrió una sensibilidad especial en cada una de ellas, para que escribieran sus propios sueños.
Hay quién dice que no es bueno recrearse en el pasado. Yo digo que según para qué. Hay momentos tan bellos de atrás, que bien merece hacerles un hueco ahora que tan feo se ha hecho el presente de sonrisas ocultas y toques de queda al caer la tarde.
Hoy, algunas fotografías se asomaron en blanco y negro al color de la mañana soledada, aunque gélida, y creí, al escuchar el eco del tiempo, que debía recuperar ausencias.
He desempolvado ayeres en aquél día de Reyes Magos con la niña triste que abraza una muñeca zancuda, manteniendo en la mano el carrito de bebé fingido. Hace ya mucho tiempo de aquella fotografía, pero soy tan yo, que no me importa envolverme de nuevo en la nostalgia de mis juguetes rotos. Me pregunto, qué sería sin nosotros inmortalizados en una fotografía. Sin la capacidad de volver atrás hasta recordar aquellos maravillosos años asomados ahora en cartulinas marchitas, cuando la calle es un reguero de silencios sin cabalgatas de sueños porque los reyes ya ni son lo que se esperaba de ellos.
