Salón de palabras

Bienvenido/a. Has abierto una puerta a un mundo mágico. La Voz de los Días tiene la facilidad de convertir la cotidianidad en sueños posibles, de hacernos ser lo que siempre hemos querido ser; volar con la libertad de un pájaro, dejar que la imaginación nos lleve a aquellos lugares que nuestro cuerpo no se atreve, o a veces no puede... En definitiva, ser nosotros. Leerme - me permito lector/a ser osada-, será para ti la prueba de que la Palabra consigue, y en este rincón especial al que has llegado, que poco a poco te quedes atrapad/a y no quieras seguir dando vueltas en busca de lo que ya has encontrado... En este libro cualquier sensación se parecerá más a un sueño que a una posibilidad. Ponte cómodo/a... Y si quieres conseguirlo, tus deseos son órdenes.


domingo, 8 de abril de 2018

"Hojeamos el tiempo"


Me gusta Madrid. Pasear sus calles, tomar tapas en la calle Huertas, ir al teatro (alguna vez), comer en sus rincones, pasear por el Retiro, comprar libros en la Cuesta de Moyano..., y, sobre todo, participar en actos literarios. Y ahí andaré de nuevo, con la letra a cuestas y la palabra dispuesta. Estaré con compañeras/os de la UNEE. Y un domingo de abril es estupendo para hojear el tiempo. He querido recordar a María Zambrano. Ella nació en abril y dibujó lo que se denomina razón poética uno de los núcleos de su pensamiento. Me gusta esta mujer que sufrió exilio, amores y desamores, que amaba a los gatos y llegó a anciana con lucidez y con el deber cumplido. Legó su palabra esencial en varias obras como «Delirio y Destino», «El hombre y lo divino», «La torre», «Persona y democracia», «El pensamiento vivo de Séneca», «España, sueño y verdad», «Claros del bosque», «Horizontes del liberalismo», «Los intelectuales en el drama de España», «La agonía de Europa», «El sueño creador» o «La tumba de Antígona». 

En 1981 le concedieron el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades y en otoño de 1988 es la primera mujer en recibir el Premio Cervantes.

El domingo 15 de abril María Zambrano resurgirá de nuevo para ser recuerdo y poema. Porque como dice su epitafio, elegido por ella para formar parte también de la leyenda del Cantar de los Cantares: «Surge amica mea et veni» (Levántate, amiga mía, y ven)... Tienes mucho que contar, todavía...